LANZAMIENTO - MUSICA DE SINFINES

LANZAMIENTO - MUSICA DE SINFINES

Preludio *

El escritor Eutiquio Leal es más conocido como novelista, cuentista, conferenciante y ensayista, que como poeta. Sinembargo él confiesa que ha escrito poemas desde su adolescencia, cuando le hacía versos a sus compañeritas de estudio... "Lo cual me daba muy buenos resultados", según nos dice en medio de una socarrona carcajada.
Afirma complacido: "Siempre he sentido la necesidad urgente de escribir poesía como una gimnasia mental, emocional y lingüística. A mí me dan mucha lidia las palabras. Mi lucha sin cuartel, a vida o muerte con el lenguaje es el más constante tormento de mi trabajo como escritor. Pero es un tormento placentero, delicioso, desfrustrante. Resulta que escribir un cuento o una novela viene a ser también un acto poético, aunque de otro nivel, a otras honduras. La poeticidad es una de las características de la esencia del arte en general y de la literatura en particular. Los alemanes tienen razón cuando denominan POETA a todo creador, ya sea un músico, un pintor o un dramaturgo, pues lo que producen la imaginación y la fantasía de un creador es, nada menos e igualmente, una obra poética en el más profundo sentido del término. Mi combate diario y nocturno con el lenguaje, con cada expresión, con cada palabra cuando escribo poemas me sirve muchísimo para mi trabajo como narrador, pues la gran síntesis, la profundidad, la significación y la polisemia que debo lograr en los poemas es, para mí, el mejor ejercicio estético en cuanto a la labor de escribir un cuento o una novela. Si alcanzo el mismo efecto poético en mi prosa, ello quiere decir que he conseguido labrar una buena prosa, una buena narración. Por eso nunca dejo de estar escribiendo poesía, eso sí, sin ánimo de publicarla: sólo con el propósito de mejorar mi obra literaria narrativa, en prosa". Son afirmaciones que ha venido haciéndonos Eutiquio Leal, con un poder de convicción que nos incita a aceptar sus planteamientos sin vacilación.
Como se verá, la poesía de Eutiquio es "labrada" como él mismo lo dice. Rigurosamente trabajada, fuertemente maciza, hondamente significativa. Por tanto ella exige de sus lectores un esfuerzo mental y sensorial, una labor de decodificación, de interpretación, un serio trabajo de búsqueda y hallazgo de los sentidos internos, de la significación recóndita y de la simbología que cada uno de sus poemas establece, propone y universaliza. Si es claro que su poesía apela mucho a la razón, al sentido semántico y mental, también es evidente que convoca y estimula grandemente a los sentimientos, a la sensibilidad humana y estética de sus lectores. Lo cierto es que esta poesía exige un lector activo y sensible.
Para Eutiquio Leal el acto poético empieza con una manera y un enfoque estético de la vida, de la cotidianidad. "Si un ser humano mira el mundo y se emociona, si contempla los objetos, los fenómenos y las actuaciones, si se detiene en todo y se asombra, si vibra estéticamente y si todo lo percibe a través de sus sentimientos, de su sensibilidad, pues entonces ahí hay un poeta. Ahí tenemos un poeta, aunque no escriba versos. Y si los escribe, si puede expresarse y expresarlo todo con un lenguaje articulado, así sea oralmente, pues ese es un poeta cabal. Es que la poesía está en todas partes y solamente hace falta el ser humano suprasensible que logre convertirla en leguaje: pictórico, melódico, plástico, sonoro, escrito, etc.".
Y continúa: "Cuando un ser humano es capaz de ver y sentir el mundo de una manera diferente al común, ahí está el poeta, aunque no lo diga ni lo escriba. Después de miles de siglos, el hombre llegó a cantar y contar oralmente su visión poética de la vida. Y mucho después pudo cantarla y contarla por medio de la escritura, que es lo que estamos haciendo ahora", concluye Eutiquio Leal jubilosamente.
Preguntamos a Eutiquio Leal, para él qué es escribir, y contesta:
"Escribir es entregar los horizontes y las batallas, los lilas y los rojos seguros en las manos de la amante y del viento, por que los dos con­fundidos en un sólo Arco-Iris de felicidad custodien al mundo y lo defiendan de la negrura impenitente que lo asedia.
"Es liberar las mariposas y los vilanos para que luchen en el espacio cósmico como mensajeros de las voces del viento, solidario e inconte­nible, del hombre.
"Es rescatar las caracolas y las siemprevivas de modo que continúen siendo ellas mismas en el devenir de las noches subversivas que generan todas las alboradas de la tierra.
"Es apropiarse de las tempestades y los relámpagos siderales y humanos, en gracia a la alegría de las horas, los senderos ocultos y los siglos de las estrellas vivientes.
"Es inscribir la otra cara del orbe, de los objetos, las personas, los sentimientos, las pasiones, la belleza universal, la poesía del Cosmos, y re­velarla hasta en las piedras.
"Es desfrustrarse y desfrustrar a quienes (por ventura o por desgracia) se ven impelidos a descifrar lo que plasmamos en la sombra, en solitud, en el abandono creador, martirizante.
"Es realizar a los demás o realizarse uno mismo lográndolo en todo, del todo, por todo y ante todo aunque no fuese más que en la imaginación.
"Es sublevar las desoladas sensaciones que habitan o cohabitan en lo más recóndito de los hipocampos y las golondrinas trabajadores.
"Es soltar al espacio desvalido los unicornios que sabemos infinitos, adorados, por siempre compañeros.
"Escribir es hacer la revolución con las palabras, en las palabras, contra las palabras, y así proyectarse transformando a los hablantes y a todo lo que avivan las palabras, logrémoslo o no."
Veamos alguna muestra de la poesía de Eutiquio, cuyos poemas son más conocidos en el exterior que en su propio país o entre sus colegas y amigos.
* Este texto fue publicado por el periódico "ALO COLOMBIA" en su edición de Marzo 1988, firmado La Redación, con las iniciales J. M. D.
(Música de Sinfines, Página 11)

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