y sus otros calores
enmohecieron silenciosos pronto.
El cáliz oficioso de su tarde
ha manido en subfondo agazapado
sin su paciente colibrí fecundo
ni el antiguo jardín.
El manantial violeta y la esperanza
luego de tornasoles
veranos y dulzuras de socapa
se evaporó a burbujas, y otras gotas
dejan atrás la estela
de su pozo lunático en vigilia.
Algo amarga el sabor
desde su polen en la sombra airado
hasta el follaje ya sin primavera.
No se ganó la poma subrepticia
talada por la espalda y en menguante.
II, 1988
Publicado en el libro MUSICA DE SINFINES 1988 de Eutiquio Leal
(Página 121)
(Página 121)
No hay comentarios:
Publicar un comentario